La lógica de generación de energía es la misma en alta mar y en tierra, a través de las turbinas eólicas. Los parques eólicos marinos se sitúan en el mar, ya sea fijados al fondo del mar o flotantes y anclados.
En el mar, los vientos soplan con fuerza y de forma continua. La implantación de parques eólicos en el mar, más lejos de la costa y de cualquier tipo de interferencia en el viento, supone una mayor capacidad de generación.
Por lo tanto, las soluciones eólicas en alta mar encarnan la capacidad de satisfacer las altas demandas de electricidad y también serán cruciales para generar la energía limpia necesaria para la producción de hidrógeno verde.
Por eso los parques eólicos marinos se consideran claves para la transición energética, hacia una economía neutra en emisiones de carbono.